La carencia de suministros conlleva retrasos en la producción y las entregas de pedidos
Las industrias de transformación del plástico están pasando por una situación difícil y compleja a nivel mundial. Desde finales de 2020, la cantidad disponible de materias primas (sobre todo de polímeros) ha ido disminuyendo considerablemente hasta el punto de generar un aumento del 50% de los precios y, por consiguiente, un retraso en la producción y en los envíos de pedidos.
Se trata de una situación parecida a la que vivimos en 2015, cuando el sector ya sufrió una escasez artificial de materias primas de plásticos para impulsar el encarecimiento de los precios. Sin embargo, ahora la repercusión es más elevada: más de 60.000 empresas en Europa y 3.000 en España padecen directamente estas consecuencias, siendo la mayoría de ellas pymes o micropymes.
Durante esos tres meses, los fabricantes de materias primas han anunciado complicaciones, principalmente en cuanto al suministro de poliolefinas y PVC. Esto dificulta el transcurso de las empresas transformadoras del plástico, ya que cada vez es más complicado realizar compras a precios razonables. Tal es así, que la cadena sigue y, con ello, aumentan los precios a los clientes. La Asociación Nacional de la Industria del Plástico (ANAIP) se alerta de esta situación y pone su atención en los productos que se consideran bienes esenciales, porque debemos tener en cuenta que todavía seguimos en un contexto de pandemia y que de estas consecuencias tampoco nos libramos.
El impacto causado es irreparable y a nivel global seguiremos sufriéndolo. Por ahora, la emergencia sanitaria también ha generado una disminución en la demanda de combustible, tanto para transporte aéreo como terreste, dificultando así la fabricación de otros productos derivados del petróleo. Esto, junto con la escasez de gas natural en varios mercados, ha perpetuado hasta a día de hoy la gravedad en el abastecimiento de las materias primas necesarias.
Para más información, lee aquí el comunicado completo de ANAIP.